Días atrás, el pasado viernes 9 de abril, sorprendía una noticia vinculada a la monarquía y publicada en todos los medios, por la triste pérdida de Felipe de Edimburgo, en Inglaterra.
A través de un comunicado oficial de la Casa Real britñanica, se daba a conocer que Felipe de Edimburgo, el marido de la reina Isabel II de Inglaterra había fallecido a los 99 años, según informó el propio Palacio de Buckingham.
“Su majestad la reina ha anunciado con profundo dolor el fallecimiento de su querido esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Su alteza real ha fallecido en paz esta mañana en el Castillo de Windsor”, se puede leer en el comunicado.
El protocolo se ponía en marcha. Hemos de tener en cuenta que organizar un evento de este tipo, si en momentos habituales es muy complejo, en una situación de pandemia lo puede ser mucho más aún, dada la compleja situación socio-sanitaria del momento, de Inglaterra y de la Familia Real británica, que se vió sacudida por varios incidentes en los últimos meses; lo cual genera que sea un foco de atención mediática.
Las banderas desde ese día ondean ya a media asta, en señal de luto.
De hecho, al igual que ocurre con los nacimientos reales, un comunicado situado en la verja de los principales palacios de la familia real informa del fallecimiento del duque de Edimburgo, que reza: «Es con profundo dolor que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció en paz esta mañana en el Castillo de Windsor. Se harán más anuncios a su debido tiempo. La Familia Real se une a la gente de todo el mundo en el duelo por su pérdida»
“Los funerales del príncipe Felipe de Edimburgo tendrán lugar el sábado 17 de abril a las 15:00 horas locales en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, la residencia real donde falleció el pasado viernes”. Así lo ha confirmado este sábado el palacio de Buckingham, que en un comunicado también han señalado que se tratará de una ceremonia privada, no un funeral de Estado, y que se retransmitirá por televisión.
El evento será un «funeral real ceremonial», no un funeral de Estado, que «refleja en gran medida los deseos del duque», dijo un portavoz del palacio.
La reina Isabel II ha aprobado esos planes.
El recorrido del féretro, la comitiva, los honores…: así será el funeral
Forth Bridge’ era el nombre por el que se conocía el plan ideado para realizar el funeral del duque de Edimburgo. Las imprevisibles circunstancias por la actual pandemia, han cambiado los pasos que se iban a dar en este sentido. Según los planes anteriores, el cuerpo del príncipe Felipe habría sido embalsamado de inmediato y llevado a la Capilla Albert Memorial, junto a la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. Pero según las últimas informaciones procedentes de Reino Unido, el ataúd permanecerá en la capilla privada de la Reina, en el castillo, toda la semana antes de ser trasladado en un Land Rover modificado para este cometido.
Según los planes anteriores a la “singular” etapa “Covid”, el féretro se habría traído el sábado10 de abril a Londres por carretera y se habría llevado al Palacio de St. James para residir temporalmente en la íntima Capilla Real, pero el Colegio de Armas anunció el viernes 9 de abril que el ataúd permanecerá en reposo en el Castillo de Windsor antes de su funeral en la Capilla de San Jorge. Al funeral, que se celebrará el sábado 17 de abril a las 15:00 horas de la tarde en la Capilla de San Jorge, Windsor, asistirán 30 invitados entre familiares y probablemente algún miembro del personal más veterano, como su ayudante de cámara, el paje o la secretaria privada.
El Palacio de Buckingham ha asegurado que aunque los arreglos ceremoniales se han reducido debido al Covid, los deseos personales del Duque serán reflejados de igual manera. En el funeral se honrará y se reconocerá su vida y sus más de 70 años de servicio a la Reina, el Reino Unido y la Commonwealth. Todos los miembros del grupo, excepto la Reina, seguirán el ataúd, envuelto en el estandarte personal del duque, que llevará referencias a su herencia real danesa y griega, sus raíces Mountbatten y su título de Edimburgo, y que portará una corona de flores de su familia, su gorro naval y espada, hasta la capilla.
Como ya se ha publicado en medios, y si no hay cambios de última hora, habrá un fuerte elemento militar en la ceremonia que reflejará la orgullosa historia del duque y su estilo e historia persinal. Se espera que el ataúd sea llevado por los porteadores de la Compañía de la Reina, Primer Batallón de Granaderos de la Guardia. El duque será colocado en un carruaje de armas perteneciente a la artillería a caballo real de la Tropa del Rey.
En base al protocolo, el carruaje, una solicitud personal de Felipe, es el que llevó a la reina Victoria en su funeral en 1901. El funeral tendrá lugar dentro del recinto del castillo, sin acceso público, mientras se insta a los visitantes a no ir a Windsor. Se guardará un minuto de silencio nacional a las 15.00 horas al comienzo. Aunque no habrá acceso público, será totalmente televisado, además de ser cubierto por una amplia lista de medios de comunicación nacionales e internacionales.
En base a las últimas noticias, el ataúd será recibido por una guardia de honor de Los Rifles y una banda en el Claustro de la Herradura, rodeado de casas construidas en el siglo XV para los ‘cantores’ de la capilla. Doce cantantes conocidos como secretarios laicos todavía viven allí, y actuarán durante el servicio. En el césped, al sur de West Gate, habrá gaiteros de la Royal Navy.
Siguiendo el protocolo, el ataúd del Duque, será llevado al Quire, el lugar de descanso de la mayoría de los monarcas enterrados en la capilla. Dentro o debajo del Quire están Eduardo VII, Enrique VI, Eduardo IV, Jorge III, Jorge IV y Guillermo IV, Enrique VIII y Carlos I.
El catafalco de Felipe se colocará sobre una losa de mármol negro, que es la entrada a la Bóveda Real. Se cree que los himnos solicitados por el príncipe incluyen su himno marino favorito. Al final del servicio, se leerá un salmo y el texto ‘cenizas a cenizas’ mientras un flautista toca un lamento. El ataúd será bajado a la Bóveda Real y permanecerá allí hasta que la Reina muera y sean enterrados juntos en la capilla conmemorativa.
Al día siguiente del funeral, las banderas volverán a izarse, aunque la Corte permanecerá de luto durante tres semanas más.
Aunque parezca extraño, tras leer todos los pasos previstos, el Duque pidió un funeral sencillo, y de hecho será un funeral “Privado, sencillo y sin flores”, que es como algunos medios lo han titulado en sus cabeceras. Pensemos que en protocolo son numerosos los pasos que hay que dar para organizar cada uno de los procedimientos y símbolos que han de estar presentes por algún motivo en la ceremonia.
Pensemos que el diseño del funeral está además vinculado a la gestión de imagen de marca de la familia real, tanto a nivel presencial como en sus canales on line. A ello va vinculado el plan de acción que ha desarrollado la BBC.
Se puede ver más información con constante actualización en: https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_y_funeral_de_Felipe_de_Edimburgo
Como datos de referencia, pensemos que en épocas diferentes a la de esta triste pandemia que estamos viviendo, por el COVID, el duque de Edimburgo habría convocado una gran procesión militar por toda la ciudad de Londres, y miles de personas se habrían congregado en las calles para darle el último adiós a uno de los símbolos más sólidos de la monarquía: el esposo de la reina, el príncipe Felipe. A ello añadir que el ataúd no estará expuesto, tal y como él siempre quiso, y ya han publicado algunos medios nacionales e internacionales.
Se va conociendo como diversos países, en base al protocolo, han ido contactando con la Casa Real británica. En el caso de España, los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz telegrafiaron a la reina Isabel, con el apodo cariñoso de «querida tía Lillibet» (dado el parentesco entre las casas española y británica), mostrando su duelo por la pérdida del «querido tío Felipe», declarando que «nunca olvidaremos los momentos que compartimos con él y el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido». También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «en nombre del Gobierno de España», expresó «mi más sentido pésame a Su Majestad la Reina Isabel II y a toda la familia real británica por el fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo», añadiendo que «nuestros pensamientos están con la gente del Reino Unido».