Como dijo Heráclito, “Todo fluye, todo está en movimiento y nada dura eternamente”. Analizando esta frase del gran filósofo griego, las firmas han de analizar si su «branding» sigue acorde a lo que sucede a su alrededor. Los consumidores van cambiando de gustos, motivaciones, estilos de vida, y al igual que, por ejemplo, las maneras de vestir, la sociedad cambia. Es por ello que hemos de detectar si nuestra entidad se ha quedado anquilosada al pasado, o el target previsto ha modificado, tiene nuevos valores o gustos, y por ello hemos de redefinir nuestra audiencia o plan de marketing y de comunicación estratégico, analizando alternativas.
Son múltiples las firmas que han detectado que su nicho de mercado ha ido evolucionando y a la par envejeciendo. Es ello lo que puede obligar a un «restyling» de la misma, teniendo en cuenta que hay diferencias técnicas entre el «restyling» y el «rebranding».
Un restyling de marca es una forma excelente de revitalizar tu entidad, acercarlo así a público nuevo y adaptarlo a los gustos, intereses y psicología del que ya tienes. Esta acción:
- Ocurre cuando cambia el target o el mercado de forma drástica
- Afecta al corazón de la marca: desde su filosofía a su imagen y comunicación.
- Suele ser mas «light» y afecta a un cambio de logotipo y su implantación en medios. Se modifican el logo, los colores, la tipografía, el packaging, bolsas y otros elementos de comunicación externa con los clientes.
La acción de «restyling» por parte de la entidad y de su equipo de marketing o comunciacion, se puede deber a varios factores:
- Relanzamiento de la marca, en situaciones de competencia, desuso, bajas ventas, o accidentes de pueden afectar a la imagen de la misma. Es pues una forma de «cortar con el pasado», mejorar la reputación, a la par que mostrar una renovación ante hechos pasados que han podido ensuciar o empañar la «reputación» de la firma.
- Rejuvenecimiento y mejora de la imagen de marca (como es el caso de Renfe o SEAT).
- Cambio de posicionamiento o reposicionamiento de la marca.
- Cambio de propietario, fusión de productos o adquisición por otra entidad.
- Adaptación a las tendencias gráficas y de diseño del momento.
- Cambio en la estrategia de la marca o empresa.
Hay marcas que se han quedado tan obsoletas que más que un «lavado de cara», lo que necesitan es un «rebranding», una acción mas brusca e intensa, que obliga a sacudir los cimientos y reconducir su filosofía y estrategia. Es por ello que esta acción afecta al corazón de la marca: desde su filosofía a su imagen y comunicación, y por ello visualmente es más «potente» y genera mayor impacto.
- Nos abrimos a un nicho de mercado interesante. Para ello, es básico un intenso análisis de tu empresa, no olvidando la colaboración de profesionales del diseño gráfico y el branding que te orienten para lograr el máximo partido.
- Es necesario cuando la empresa modifica su área de actividad: por ejemplo, si una marca deja de vender en tiendas para apostar enteramente por el canal on-line.
- En ocasiones se realiza tras una crisis de identidad, o consecuencia de una crisis de de reputación o de imagen.
En el caso del rebranding se aconseja:
Hay marcas que se han quedado tan obsoletas que más que un «lavado de cara», lo que necesitan es un «rebranding», una acción mas brusca e intensa, que obliga a sacudir los cimientos y reconducir su filosofía y estrategia. Es por ello que esta acción afecta al corazón de la marca: desde su filosofía a su imagen y comunicación, y por ello visualmente es más «potente» y genera mayor impacto.
- Nos abrimos a un nicho de mercado interesante. Para ello, es básico un intenso análisis de tu empresa, no olvidando la colaboración de profesionales del diseño gráfico y el branding que te orienten para lograr el máximo partido.
- Es necesario cuando la empresa modifica su área de actividad: por ejemplo, si una marca deja de vender en tiendas para apostar enteramente por el canal «on line».
- En ocasiones se realiza tras una crisis de identidad, o consecuencia de una crisis de de reputación o de imagen.
En el caso del rebranding se aconseja:
- Hacer un estudio de la marca y su situación actual
- Define los objetivos de marca: ¿Cuál es tu nueva meta? ¿Qué quieres conseguir con la nueva imagen de tu marca? ¿Cuales son los nuevos valores y por que eliminamos antiguos estilos?
- Crea una imagen corporativa que represente tus nuevos valores y la nueva filosofía (hay una tendencia por la un versión minimalista al más fácil de retener visualmente).
- Analiza colores y tipografía (cada color tiene su simbología y sus propias connotaciones psicológicas)
- Difunde tu rebranding de marca tras crear el nuevo manual de identidad corporativa
Cualquier acción para «rejuvenecerse» precisa analizar múltiples factores, entre ellos los valores de la entidad. ¿Sabemos cuales son y hemos de revisarlos?