Durante años la cultura ha diferenciado grupos sociales, estilos, tendencias, maneras de ver y comprender la vida en muy diferentes aspectos tangibles: sea manifestación plástica, sonora, deportiva, visual… Este legado que hemos ido heredando, se sigue desarrollando de diversas maneras, y genera puestas en escena o acciones que no pasan desapercibidas en nuestro día a día. Bien como grandes obras o construcciones, bien como acciones puntuales más discretas, suscitan la atención de la sociedad y su resultado podemos verlo en los medios de comunicación on line y off line. El marketing de marca o puede vive ajeno a esta baza, que permite acercarse a su público de una manera indirecta, por ello hace uso de la misma para estar presente entre sus seguidores.
Miremos donde miremos, podemos encontrarnos una actividad o proyecto que atrae nuestra mirada. Las marcas quieren implicarse con la sociedad actual y con su evolución, al igual que lo hacían los mecenas desde el Arte Antiguo. Pensemos que la cultura acapara un amplio segmento de acciones en las que diversas empresas y multinacionales desean estar presentes y hacerse notar, y es que la cultura aglutina muy diversas opciones.
Revisando algunas muestras nos encontramos con muestras vinculadas al cine, exposiciones o apoyo a museos de diversos tipos, pasarelas de moda, festivales de música, eventos deportivos… Cada vez es más habitual que las entidades organizadoras de estos proyectos busquen apoyo económico en diversos tipos de empresas, o bien que las marcan generen el evento, cobrando este el propio nombre del patrocinador.
Durante años, el primer tipo de proyectos han sido los más habituales, como vemos en el caso del Festival de Cap Roig o el Festival del Castell de Perelada, ambas muestras de referencia musical en Cataluña en la época estival, en las que varias marcas están presentes en su patrocinio a diverso nivel o cubriendo distintas necesidades (logística, sonido, promoción, catering, gestión administrativa, aportación pecuniaria…). Esta aportación no pasa desapercibida por el visitante, quien ve como las empresas «ceden» parte de sus beneficios y los revierten en la sociedad de una manera positiva, con lo cual se crea una excelente relación consumidor/Cliente-empresa patrocinadora, al «humanizarse» esta última, y apoyar acciones con un bien social.
En los últimos años estamos viviendo como el nombre de ciertos proyectos culturales se ha transformado y ha adquirido el nombre del sponsor principal, generando ello una alta publicidad y promoción de su mecenas, demostrado en el caso de la conocida durante años como «Pasarela Cibeles» (Madrid) y que desde hace el año 2012, ha pasado a denominarse Mercedez-Benz Fashion week Madrid ganando la marca automovilística prestigio y presencia, al unirse a la moda de élite en lanzamientos de tendencias. Organización, ciudad sede, y marca patrocinadora han salido ganando ya que se ha mantenido la acción, y ha ganado un prestigio que ha relanzado la feria de moda.
La cultura tiene amplias vertientes, y por ello muchas marcas ofrecen un área específica para ello, lo cual puede verse al visitar el site oficial de Movistar para conocer más sobre su apoyo a distintas entidades, o en el caso de su programa «Viaje al interior de la cultura», con el que la conocida marca desea generar una manera de acercarse a diversos espacios e instituciones históricas del país.
Otra acción que no pasa desapercibida, y ha servido a muchas ciudades como catapulta de sus espacios culturales, así como de apertura de recintos cerrados habitualmente al residente o visitante, es la conocida como Noche en Blanco, creada en París en el año 2002, y con diversos programas en ciudades de diversos continentes, y que ha ido progresivamente in crescendo en España, habiendo sigo la última edición celebrada hasta el momento, el pasado fin de semana en Oviedo (06 octubre 2013). La capital del Principado, durante la noche del sábado acogió por primera vez el proyecto, con un éxito rotundo, colgando el cartel de «completo», como indican algunas cabeceras de prensa de la comunidad autónoma. Lamentablemente la situación económica que vivimos afecta a proyectos culturales de este tipo, como ha pasado en Barcelona al haber perdido la edición del año 2013.
Afortunadamente, los eventos culturales no dejan de crearse, y ello es algo que las empresas tienen en cuenta en sus presupuestos de marketing y promoción. En la actualidad, ser una gran marca y no acercarse a su target de esta manera ni estar presente como sponsor, no genera una valoración nada positiva por parte del consumidor, ya que en los tiempos que vivimos, los recortes de la Administración para este tipo de eventos son considerables.
No dejemos de pensar que las marcas luchan cada día por ser relevantes y recordadas por sus consumidores. Pero la realidad es, que la mayoría de ellas no tiene mucho que contar. Las marcas necesitan contenidos interesantes para sus públicos, y una buena manera de tener este tipo de contenidos a in coste asequible es el patrocinio cultural. ¿Vasa dejar que tu marca no esté presente en eventos futuros? ¡Valóralo!
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