Una marca desea estar en las retinas de seguidores, ser recodada constantemente, tomada como ejemplo y valorada en decisiones de muchos tipos. Esta imprenta que genera, es lo que consigue que se venda su producto o experiencia de una manera constante, y por ello genere beneficios a la misma de muy diversas maneras, pero básicamente en forma de un retorno monetario. Lamentablemente, no siempre la sociedad recuerda las marcas, o no existe la inversión deseada por parte de las mismas para que se recuerde. Es por ello que ciertas acciones o eventos que actúan como altavoz social, son utilizados para conseguir impregnar y acercarse a los consumidores.
Esta semana, parte del país se ha teñido de verde. El verde de las costas del Cantábrico, de las praderas y montañas de la orografía del norte y de las botellas de sidra del Principado de Asturias. Se han vivido siete días, tras un intenso trabajo de un año, en el que la puesta en escena de los Premios Príncipe, han permitido a la marca Asturias, impregnar a los lectores de prensa nacional e internacional, así como a los seguidores de medios de comunicación y redes sociales.
Este escaparate ha posibilitado a la marca Asturias promocionar muchos de sus recursos, tanto económicos, como sociales, culturales o gastronómicos. Ello genera que el potencial de acciones desarrolladas por el Gobierno del Principado de Asturias, en unos días eclosiona e impacta sobre un amplio abanico de posibles «compradores», que valoran una serie de servicios y de espacios, como destino de sus inversiones, sea a modo de compra o inversión, sea por el atractivo paisajístico y cultural. A la acción desarrollada por los patrocinadores y sponsors de la Fundación Príncipe de Asturias, hay que sumar la promoción de marca generada por colaboradores y medios acreditados.
A pesar del coste que pueda generar el desarrollo de un evento como el indicado, los beneficios que suponen para el entrono son mucho más altos. Es el caso de la promoción turística y económica que ha vivido el Premio al Pueblo Ejemplar 2013, concedido al concejo de Teverga, y que ha permitido presentar su oferta a un gran números de posibles interesados. Son muchas y muchos los que quizás hasta hace unos días no conocían la localización ni las posibilidades que ofrece el concejo, si bien gracias a este escaparate recientemente vivido, posiblemente impensable y fuera del presupuesto local, puede suponer para la marca del concejo, un incremento de visitantes, de inversores y de actividad económica que dinamice el entorno vinculado a las Cuencas Mineras.
Apostar por una presencia en este tipo de acciones de marketing social y cultural, como es el mencionado caso de los Premios Príncipe de Asturias, u otros similares, supone invertir para seguramente recoger. Muy posiblemente, y como indicaba la Fundación, diversificar y buscar nuevas alternativas, permitirán a la marca local Teverga, crecer y reposicionarse en un futuro no muy lejano.
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