Durante casi una semana, las firmas más importantes en la tecnología se ha reunido en Barcelona, a fin de presentar sus últimas novedades, acercarse al público tecnològico, negociar y generar transacciones a gran volumen, así como un amplio número de actividades paralelas propias de un evento corporativo de primer nivel en el mundo.
Como cualquier evento internacional, congreso o feria, precisa, entre otras partidas, de una fuerte previsión de alimentos y bebidas, para poder satisfacer las necesidades de comida y bebida de asistentes, invitados, personal de soporte… teniendo en cuenta que en este caso, hablamos de asistentes que tienen un cargo de altos directivos, perfiles ejecutivos y “managers”, principalmente, y que por ello, hacen uso de servicios de calidad “premium” y alimentos de alto precio en mercado.
Pensemos que el año 2016, ha sido la edición record de asistencia, al recibir la visita de 101.000 congresistas. En base a datos publicados por la organización, de cara a futuras ediciones, se valora que el incremento del número de visitantes provocará también un mayor impacto económico del previsto, que era de unos 460 millones de euros para 95.000 asistentes. Si bien, tambien genera un alto volumen de desechos que pueden ser reutilizados por parte de capas de la población menos favorecidas, y con necesidades básicas no cubiertas.
Para hacernos una idea, la edición del 2016 del MWC ha reunido a más de 2.200 expositores en 110.000 metros cuadrados de exposición. Más de 3.600 medios internacionales y analistas de la industria han formado parte de la cita, mientras que el Programa Ministerial ha batido un nuevo récord de asistencia, con delegaciones que representan 137 países y 31 organizaciones internacionales.
El 55% de los asistentes son altos cargos directivos, incluyendo más de 5.000 consejeros delegados, y un 21% de los asistentes son mujeres.
| LAS CIFRAS DEL CONGRESO [MWC 2016]
> Visitantes: 101.000 congresistas.
> Retorno económico: 460 millones de euros.
> Medios internacionales: Más de 3.600.
> Cargos directivos: El 55% del total de asistentes.
Afortunadamente, y en esta dualidad de opulencia versus pobreza, que se puede vivir en la misma ciudad, a tan solo unos metros de distancia, hay en marcha un proyecto que ya se vivió el pasado año 2015, a través de la ONG “Nutrición Sin Fronteras” en el acuerdo que tiene con Fira Barcelona, y que tiene como objetico el evitar el derroche de alimentos ya procesados, o materias primas perecederas, y acercar las mismas a personas con necesidades, de cualquier edad.
Este año 2016, tras el cierre de puertas del Mobile World Congress, 17 entidades sociales como Cruz Roja, Cáritas, Formación y Trabajo y Fundación Roura han recibido la comida cocinada excedente tras las jornadas del evento. Dentro del proyecto “BCN comparte la comida”, Nutrición Sin Fronteras busca “reducir el desperdicio de alimentos y proteger el derecho universal a la alimentación” mediante el aprovechamiento de recursos alimentarios y trabajo en red para reducir la situación de pobreza de las personas en riesgo de exclusión social.
Pensemos que en todos los eventos que se desarrollan, es muy complicado que no sobren productos dealimentación y bebidas, por lo que ya son numerosos los hoteles que están colaborando en alianza con la ONG para evitar el desperdicio y ayudar a personas que lo pueden necesitar.
A ello se debe añadir una correcta política por parte de las empresas, tanto públicas como privadas, que organizan sus actividades corporativas, en disponer de unas pautas de actuación, e impulsar tanto a empleados, a colaboradores y firmas mediadoras, que generen un ahorro, y una política RSC correcta que beneficie a toda la sociedad.
En los últimos años, tras la crisis económica que ha convulsionado al mundo, hemos visto la pobreza más de cerca (no solo en países del conocido como Tercer Mundo, sino en nuestra propia realidad diaria), siendo por lo tanto más realista y humanos, y reconociendo que el problema existe, es patente, y no solo afecta a personas de otra raza y/o color.
Todo ello, por fortuna, ha hecho que muchas empresas (de pequeño, mediano y gran tamaño), hayan creado una política de ahorro y de Responsablidad Social Corporativa, que atañe a la donación de alimentos y excedentes generados en eventos corporativos, o han revisado capitulos de la misma.
Es momento para reflexionar y conocer si la marca con la que colaboras está preparada y puede ofrecerte un correcto desvío de los excedentes de tu evento, o si la empresa a la que representas y para la que gestionas los eventos ha creado ya una política de RSC y está totalmente activa.
Pensemos que con los datos que ofrece “Nutrición Sin Fronteras”, tras el MWC 2016, “en total se han recuperado 1.700 Kg de comida, que han beneficiado a más de 4.000 personas de las entidades beneficiarias del proyecto BCN comparteix el menjar”. ¿No crees que tu ayuda como profesionale en la comunicación y eventos, también es importante, y cuenta?
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